martes, 13 de octubre de 2009

Encuentro con delfines

Aquí os dejo unos videos del Sábado por la mañana. La verdad es que mereció la pena dejar de pescar para contemplar este espectáculo. Me encontré con cientos de delfines listados con muchas crias, dándose un banquete de algarines y sardinas.
Me acerqué hasta estar en el centro del festín y muchos de ellos se acercaban al kayak a menos de un metro, creo que lo hacían debido a los ecos de mi sonda, sacaban la cabeza del agua en posición vertical, me echaban un vistazo y de nuevo a comer. Algunos de ellos al salir hacian unos ruidos alucinantes.
Os puedo asegurar que estas experiencias son increibles y que merece la pena dejar la pesca para ver estas cosas.
Gerardo, me hubiera gustado que disfrutaras de estos momentos, te puedo asegurar que merece la pena.

viernes, 2 de octubre de 2009

Miércoles 30 de Septiembre.

A las 11 de la mañana entré en el agua con todos los arreos preparados. El día se presentaba bueno ya que estaba muy nublado y la mar en calma chicha.

Nada más salir y a unos 200 metros de la orilla sentí dos o tres arreones en el señuelo de superficie, me giré para ver que era y no podía ser otra cosa: llampugas, por cierto, ya entradas en tamaño. Logré sacar cuatro de entre 1 y 2 kilos y se me fueron más del doble doblando las poteras de los señuelos.

A eso de las 12 me cayó una tromba de agua espectacular, casi no veia de la manta de agua que caía, incluidos truenos, pero aún así seguían comiendo, que coñazo, no dejaba comer a otros peces. La verdad es que la voracidad que tienen es tremenda porque le abrí la tripa a una de ellas y tenía tres voladores de unos doce centimetros enteritos, y áun así le metió mano al señuelo.

A la hora de comer ya tenía unas cuantas en el zurrón, parada para el bocata con Pablo y de nuevo al agua. Se metió viento del sur y empezó a picarse, ninguna picada. A las 16 horas se quitó el aire y ya veiamos las llampugas saltando buscando a los voladores, por todos lados, era espectacular ver las carreras detras de aquellos. Ellas saben que tienen que amerizar de nuevo después del vuelo de escapada y es increible verlas turnandose o relevandose en las carreras hasta que una de ellas acaba llevándoselo a la tripa. Por cierto hay miles de voladores de ese tamaño y por eso hay tanta actividad en el agua.

La mejor hora fue desde las 17 hasta las 18, bacoretas, melvas, bonitos y más llampugas, la más grande de 2,5 kilos. Aunque se acabó pronto ya que aparecieron los monstruos, atunes gigantes, calculando a groso modo, de más de 200 kilos. Hicieron un estropicio de llampugas, las cazadoras cazadas............, como consiguiente, se acabó la pesca.

Aquí os dejo algunas fotillos de las capturas.